¿Puede un aislamiento térmico evitar alergias?
Eliminar los ácaros de la humedad con aislamientos térmicos
Cuando se habla de aislamiento térmico lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen del interior de un hogar donde seguramente una familia está disfrutando de una temperatura de confort. Pocos relacionaran un buen aislamiento térmico con problemas de alergias y con el deterioro de nuestra salud.
Las alergias son los estados de hipersensibilidad que se producen en nuestro organismo cuando alguna parte de éste entra en contacto, ya sea mediante la inhalación, la ingestión o el tacto, con el agente alérgeno.
Los dos principales causantes de las alergias en el hogar son los ácaros del polvo y la humedad. En cuanto al polvo que se genera en el interior de la casa proviene del ser humano, generalmente debido a la caída de células de piel muerta aunque en otra gran medida el polvo que encontramos dentro de nuestras casas proviene del exterior.
Las diminutas partículas de polvo se pueden colar por ventanas o grietas existentes en la fachada de la vivienda.
Para evitar que el polvo se cuele en nuestro hogar, es imprescindible que nuestra vivienda este equipada con un buen aislamiento térmico que evite la entrada de este elemento que puede provocar alergias
Dependiendo de las características de la vivienda el aislamiento aconsejable será de un tipo u otro. Si nuestro edificio tiene una fachada conocida como “doble fachada”, “fachada de doble hoja o “fachada con cámara” el sistema que mejor puede aislar nuestro hogar es el aislamiento térmico insuflado.
Esta técnica se basa en inyectar material aislante a granel hasta cubrir toda la cámara de aire evitando la creación de puentes de térmicos y la circulación libre de aire.
Alergias por la humedad de condensación
El otro elemento que es causante de problemas de alergia en nuestro hogar es la aparición de humedades en las paredes. Las manchas de humedad son, además de antiestéticas y causantes de problemas de salud, un foco de cultivo para la aparición de hongos, bacterias y ácaros que pueden provocar alergias y problemas dermatológicos sobre todo en los más pequeños del hogar.
Entre los problemas de salud que pueden derivar de la exposición continuada a la humedad están los relacionados con el aparato respiratorio y los reumáticos.
Para evitar la aparición de las humedades en las paredes, techos o ventanas, la instalación de un buen aislamiento térmico es imprescindible.
La técnica aconsejada de aislamiento térmico, al igual que para evitar la entrada de polvo en el interior del hogar, es el aislamiento insuflado. Este sistema tiene las ventaja de ser muy rápido en su instalación, en menos de 24 horas puede estar listo, no se necesita ningún tipo de obra y no se pierde espacio útil en la vivienda.
Con el aislamiento térmico insuflado conseguimos que desaparezca el efecto de “pared fría” que es la causante de que con el contraste extremo de temperaturas entre el exterior y el interior de la vivienda se produzcan las condiciones idóneas para llegar a la “temperatura de punto de rocío”.
Si a todo lo anterior le sumamos que con un buen aislamiento térmico conseguimos que nuestra factura energética se reduzca, se disipan todas las dudas existentes en referencia a la necesidad de aislar tu vivienda con el aislamiento térmico que necesite dependiendo de sus características.