Que dice el código técnico de edificación sobre el aislamiento insuflado en viviendas habitadas
Garantía de mejora en la envolvente del edificio
El Código Técnico de edificación de 2006 incide en el sector del aislamiento térmico y acústico de edificios. El aislamiento insuflado en viviendas habitadas no requiere el cumplimiento del CTE (código técnico de edificación), salvo que se soliciten ayudas o subvenciones estatales, en cuyo caso se deberá aplicar según los requisitos de cada comunidad autónoma. Ahora bien, el código CTE exige que todas las acciones de rehabilitación en aislamiento de viviendas habitadas mejoren las soluciones constructivas de ese edificio y en ningún caso las empeoren.
El Documento básico del Código Técnico de Edificación (aprobado mediante R.D. 314/2006) es el DB HE y los complementarios DB HE1 Y DB HE3
El Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, por su parte, aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios.
La entrada en vigor de del Código Técnico de la Edificación supone para el sector del aislamiento la consideración obligatoria de medidas de eficiencia energética en el proyecto de un edificio.
La primera de las medidas del CTE, dentro del orden lógico de realización de un proyecto es la “Exigencia Básica HE 1: Limitación de la demanda de energía” que dice: “Los edificios dispondrán de una envolvente de características tales que limite adecuadamente la demanda energética necesaria para alcanzar el bienestar térmico en función del clima de la localidad, del uso del edificio y del régimen de verano y de invierno, así como de sus características de aislamiento e inercia, permeabilidad al aire y exposición a la radiación solar, reduciendo el riesgo de aparición de humedades de condensación superficiales e intersticiales que puedan perjudicar sus características y tratando adecuadamente los puentes térmicos para limitar las pérdidas o ganancias de calor y evitar problemas higrotérmicos en los mismos”.
En abril de 2006, la Asociación Nacional de Industriales de Materiales Aislantes (ANDIMA) y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) firman un convenio de colaboración con el objetivo de promover actuaciones encaminadas a mejorar la eficiencia energética de la envolvente térmica de los edificios de nueva construcción y de los existentes, así como del aislamiento de los equipos y redes de tuberías de las instalaciones de calefacción, climatización y producción de agua caliente sanitaria.
Rehabilitar térmicamente un edificio no es tan complicado ni tan caro como en principio pueda parecer y tiene beneficios muy notables; y aunque no se planifique expresamente, se puede pensar en la rehabilitación térmica siempre que se haya decidido acometer en el edificio una obra de cualquier otra naturaleza. Si hay que rehabilitar, debe hacerse con criterios energéticos. La razón es muy simple: en España más de la mitad de los edificios están construidos sin la protección térmica adecuada; es decir, sin el necesario aislamiento térmico.
Rellenar la cámara con aislamiento insuflado
En España, más de 6 millones de viviendas fueron construidas entre los años 1950 y 1980, de las cuales, un porcentaje muy elevado tienen fachadas de doble hoja con cámara sin ningún tipo de aislamiento térmico y por tanto susceptibles de ser rehabilitadas, mejorando considerablemente su eficiencia energética y el confort de sus usuarios.
El relleno de las cámaras por insuflado requiere, por un lado, evaluar la impermeabilización y estanquidad al aire de la fachada, reparando posibles fisuras o grietas de la fachada; evaluar el estado de la cámara: debe ser de al menos 4 cm de ancho, sin rebabas y sin residuos; y, por último, seguir las directrices del fabricante durante la instalación del aislamiento térmico. Este método consiste en insuflar el material aislante (celulosa, lana mineral, lana de roca, fibra de madera, poliestireno con grafito EPS o corcho granulado), con máquinas específicas, por el exterior o por el interior de la vivienda, permitiendo un control exhaustivo de la intervención mediante cámaras termográficas, sondas endoscópicas, sensores, herramientas de cálculo, toberas y controles de ejecución.
Materiales de aislamiento como la lana mineral o la lana de roca cumplen con creces todas las exigencias a nivel CTE. Otros materiales, como EPS, poliuretano, celulosa, fibra de madera etc… en según qué casos no cumplen alguno de los documentos básicos del CTE y en otros si, dependiendo de las zonas geográficas y espesores de aplicación. La lana mineral y la lana de roca cumplen con el CTE al 100 %. Y concretamente cumplen:- DB.HE documento básico de ahorro energético en sus capítulos HEO (limitación del consumo energético) y HE1( limitación de la demanda energética)
- DB.SI documentos SI 1(propagación interior), SI 2(propagación exterior), SI 6 (resistencia de la estructura)
- DB.HS documento básico de salubridad: HS 1 ( protección frente a la humedad) y HS 3 ( calidad de aire interior)
- DB HR documento básico protección frente al ruido.
Lo ideal es que el material aislante sea hidrófugo y no hidrófilo, es decir, con baja absorción de agua inferior a 1 litro/m3, además es recomendable que los materiales aislantes sean incombustibles, posean un comportamiento al fuego euroclase A1, y sin aditivos poco saludables como formaldehido, o gases de efecto invernadero como (HFCS,FFC, VOCS) garantizando la calidad de aire interior
Ecogreenhome es experto en la técnica de insuflado que consiste en rellenar de material aislante cualquier tipo de cavidad exsitente en una vivienda; su uso habitual más extendido es en cámaras de aire de fachadas y falsos techos. Consúltenos y le ofreceremos la mejor solución termo-acústica para su hogar.