Humedad por condensación en un edificio: Cómo controlarla
Humedad relativa del aire
La búsqueda de comodidad en el interior de nuestro hogar es el objetivo que todos perseguimos cuando llegamos a casa. Uno de los factores que puede influir a favor o en contra de alcanzar esta meta es el porcentaje de humedad de la vivienda. Para ello deberemos controlar la humedad relativa del aire del interior del inmueble.
El aire contiene una determinada cantidad de vapor de agua dependiendo de la temperatura que tenga. Cuanto más caliente sea el aire mayor será su grado de humedad con lo que a la vez que la temperatura disminuya, la humedad también lo hará.
Esta relación entre la cantidad de vapor de agua con la máxima capacidad de ese mismo vapor de agua a esa temperatura concreta del aire se conoce como humedad relativa del aire. Por ejemplo, una humedad relativa del 40%, significa que el aire contiene el 40% de la humedad que puede soportar ese aire a esa temperatura.
Esta relación también significa que si el aire aumenta de temperatura pero la humedad sigue constante, la humedad relativa disminuye.
La humedad relativa del aire afecta al confort interno de nuestro hogar tanto si el porcentaje es alto, como si por el contrario tiene un nivel bajo. En los casos en que la humedad relativa del aire es alta, las personas podrán sentir un frío más acentuado en invierno y un calor más sofocante y pegajoso durante el verano.
En cambio si la humedad relativa del aire es baja, un aire muy seco, podremos tener problemas de respiración y sequedad en la nariz y en la piel.
Además de estas molestias derivadas de la humedad relativa del aire, en el caso de que esta se mantenga alta constantemente, existe la posibilidad de que aparezca moho y bacterias que pueden causar problemas respiratorios y reacciones alérgicas.
Cómo mantener un nivel de humedad confortable
Una de las medidas más importantes para evitar que el rango de humedad se incremente peligrosamente es conseguir que la vivienda tenga una buena ventilación. Habitualmente con aproximadamente diez minutos diarios de ventilación del interior de la vivienda es más que suficiente para conseguir mantener un nivel de humedad agradable.
En el caso de que existan problemas de humedad alta en la vivienda por motivos de ubicación del edificio o por acumulación de vapor por diversos motivos, existen soluciones fáciles que evitarán que el problema de la humedad se perpetúe en la vivienda.
Las habitaciones donde la humedad está más presente son el baño y la cocina. En el caso de que el baño no tenga un método de ventilación propio, ventanas o puerta al exterior, con la instalación de un simple extractor podríamos conseguir mantener la humedad a raya. En el caso de la cocina, dos consejos útiles para evitar que el nivel de humedad del aire aumente es el uso tanto de tapaderas al cocinar como activar la campana extractora mientras tenemos el fuego encendido.
En general la mayoría de la gente se siente cómoda con un nivel de humedad de entre un 30 a un 80% siempre y cuando la temperatura se encuentre entre 18 y 24 ºC. El aislamiento térmico consigue que la temperatura de confort se mantenga sin la necesidad de incrementar el gasto en calefacción y permitir que el rango de humedad no aumente de forma considerable en el interior de la vivienda.
Otro problema con una solución un poco más complicada es el de la humedad por condensación. Está se produce cuando el aire caliente, cargado de humedad entra en contacto con una superficie más fría lo que provoca que se alcance la temperatura de rocío y la aparición de gotas de agua sobre las superficies.
Existen muchos productos antihumedad como pinturas antihumedad, bolsas antihumedad, placas antihumedad, cemento antihumedad, etc… Todas estas soluciones para luchar contra la humedad pueden evitar su aparición por un periodo de tiempo pero el resultado final no es el esperado y las manchas de humedad terminan por volver a aparecer.
La solución definitiva para conseguir eliminar las humedades por condensación es la instalación de un aislamiento térmico.
En mucho de los casos en los que las humedades por condensación aparecen, porque el edificio dispone de lo que se conoce como doble fachada, es decir un hueco donde el aire circula libremente entre la fachada exterior y la interior.
Mediante la instalación de un aislamiento térmico insuflado nos permite eliminar esa “doble fachada” y con ello la posibilidad de que aparezcan humedades por condensación y los consiguientes problemas de salud que estás pueden ocasionar.
Además con la instalación de un aislamiento térmico insuflado la vivienda consigue una serie de ventajas:
- Mayor salubridad en la vivienda
- Eliminación de hongos y moho
- Regulación dela humedad ambiental
- Viviendas más duraderas y protegidas
- Revalorización de las viviendas.
Desde Ecogreen te aconsejamos la instalación de un aislamiento térmico para conseguir mantener un nivel de humedad en el interior de la vivienda que nos permita disfrutar del confort interior de tu hogar.
Si necesitas información y asesoramiento sobre qué tipo de aislamiento necesita tu edificio puedes ponerte en contacto con nuestros profesionales que te aconsejarán la realización de una consultaría energética mediante la que conseguirás averiguar de qué manera puedes rebajar tu consumo energético y mejorar la calidad de tu vivienda. ¡Llámanos!